La visita guiada por Peñíscola comienza en la céntrica Plaça Llotja Vella. Desde aquí iniciaremos el tour por el casco antiguo contemplando la imponente muralla renacentista, que data de la época de Felipe II.
Continuaremos nuestro tour conociendo el legado que fenicios, griegos, cartagineses, romanos, bizantinos y musulmanes dejaron en esta zona del Mediterráneo. El centro histórico de la localidad también nos deparará gratas sorpresas, como la famosa Casa de las Conchas. ¿Sabéis por qué se decidió decorar el exterior de esta vivienda de una forma tan singular? Seguro que su historia os encanta, casi tanto como la del Bufador: un extraño agujero de Peñíscola originado de manera natural en la roca.
Siguiendo la visita guiada por las estrechas callejuelas del centro llegaremos hasta el famoso Castillo del Papa Luna. En el interior de esta fortaleza templaria conoceremos algunos secretos, muchos de los cuales ya se han convertido en extraordinarias leyendas. Desde las inexpugnables almenas de este bastión medieval disfrutaremos además de unas excelentes vistas del Mediterráneo. ¡Os enamorará!
Tras visitar el castillo, seguiremos el paseo por Peñíscola frente a la iglesia de la Ermitana, un templo que presenta una particularidad única en el mundo. ¿Adivináis cuál es?
Finalmente, después de dos horas concluiremos el tour con entradas al Castillo en el Parque de la Artillería: un lugar perfecto para contemplar el litoral.
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https://www.vivepeniscola.com/tours/secretos-de-peniscola/
Una pincelada de lo que vamos a visitar…
El Castillo Templario-Pontificio de Peñíscola se comenzó a construir en 1294 y fue terminado en 1307 esta fortaleza que ocupa la parte más elevada del promontorio rocoso donde se encuentra el pueblo. Peñiscola es toda ella una fortaleza completamente amurallada, unida a tierra por una estrecha lengua de arena, que hasta épocas recientes desaparecía cuando había tormentas en el mar.
Peñiscola es conocida como «la Ciudad en el mar» por este peculiar emplazamiento.
El castillo fue construido por los caballeros Templarios. Edificaron el castillo a imagen y semejanza de los que antes habían construido en Tierra Santa.
El monumento conserva en la actualidad todas las particularidades de una obra templaría siendo uno de los más claros exponentes de dichas características. Muestra una arquitectura gótica de marcado carácter románico puro y estilo cisterciense, austero. Tiene un perímetro de 230 metros y una altura media de veinte metros, y 64 metros sobre el nivel del mar. Destaca su parecido con el castillo de Miravet, construido 150 años antes.
En 1319 con la disolución de la orden del Temple, el castillo pasó a manos de la Orden de Montesa los cuales ampliaron la fortaleza.
En la guerra de Sucesión la ciudad se declaró partidaria de Felipe V y resistió los terribles asedios de las fuerzas inglesas del archiduque Carlos en 1705 y 1707.
Se encuentra en perfecto estado de conservación, aunque le falte una cuarta parte que se destruyó en 1814; en el transcurso de la guerra de la Independencia. Condenada a un duro e implacable sitio por parte de las tropas españolas que intentaban recuperar la ciudad ocupada por los franceses. Tuvieron de someterla a un fuerte bombardeo de más de 60000 cañonazos que asoló gran parte de las casas cercanas al castillo y parte de la fortaleza, dejando marcas en las murallas.
Después de las guerras carlistas en que la ciudad defendió la causa liberal, la importancia militar de la fortaleza decreció rápidamente.
Tiene el privilegio de haber sido una de las tres Sedes Pontificas, junto con el Vaticano y el Palacio de Aviñón.
Refugio postrero donde se recluyó Benedicto XIII, que pasará a la Historia como el Indestronable o el Papa del Mar.
