Hace siete siglos, la actividad ganadera era la actividad principal del antiguo Maestrazgo de Montesa. La lana del Maestrazgo era muy apreciada en los centros textiles del norte de Italia. Todos los años, durante generaciones, los pastores conducían sus rebaños hasta los terrenos bajos para invernar.
La Sierra de Irta, situada junto al mar y con abundantes fuentes de agua, era un punto visitado por rebaños incluso procedentes del sur de Francia. Además, desde la bahía de Peñíscola, auténtica bahía natural, se embarcaba la lana hacia los puertos italianos.
Esta actividad, prolongada a lo largo de varios siglos ha dejado un patrimonio que descubriremos disfrutando de esta ruta. Conoce alguno de los corrales de la Sierra de Irta, situados más cerca de lo que te esperas.
Respira el ambiente de soledad de estas abandonadas construcciones. Sorpréndete con sus impresionantes dimensiones, mientras caminas entre la vegetación mediterránea. Siéntete como un pastor. Finalizaremos con la degustación de una tradicional cuajada de leche de oveja comarcal.