Hasta la reciente eclosión del fenómeno turístico, Peñíscola ha sido durante milenios un rincón olvidado del Mediterráneo.
Un peñón cual órdago lanzado al mar en el que marineros y payeses convivían y luchaban por sobrevivir, cada colectivo con sus propias tradiciones, imaginario y forma de vida ancestral.
Pero por un instante nuestro reloj se ha parado y hemos vuelto a aquellos entrañables tiempos.
Te invitamos a sentir el mismo bulllicio de carros en aquella plaza donde se mercadeaban las hortalizas recién cosechadas y los cestos de pescado acabados de arribar. Recrearemos con espectaculares fotos antiguas a color el ritmo de vida cotidiano de aquella época, desde su calendario festivo, la alimentación, la vestimenta, los juegos de los niños y de los que no lo eran tanto, pasando por sus ocupaciones y sabio aprovechamiento de los que el medio ofrecía…hasta los momentos más emotivos, como los entierros.
Toda una vida desfilará ante nuestros ojos en esta entrañable ruta.
Finalizaremos con una degustación de productos locales tradicionales representativos de aquel tiempo.